DE MÉXICO A PEREDELKINO: HISTORIA DE UNA MUJER RECLINADA

FEBRERO 2024

Zarina Martínez

Evgueny Alexandrovich Evtushenko visitó México en el marco de la Olimpiada cultural de 1968. El comité organizador informó a Ricardo Martínez que el joven poeta soviético deseaba conocerlo. Es probable que Evtushenko hubiera visto obra de Ricardo Martínez en la gran exposición itinerante de arte mexicano que llegó a Moscú en los años sesenta, y de ahí su interés por la visita. 

Un sábado de abril Evtushenko llegó a Etna 32. La visita fue larga y el encuentro se prolongó todo el día. Ricardo Martínez obsequió a Evtushenko el cuadro que constituye el objeto de este texto: Mujer reclinada en verde, obra de 90 x 150 cm que, a pesar de su tamaño considerable, llegó a Moscú en buen estado.

Mujer reclinada en verde, 1967

Ricardo Martínez y Evgueny Evtushenko no volvieron a encontrarse personalmente, pero sí a enviarse mensajes amistosos por canales inesperados. En algún momento Evtushenko escribió a Martínez que siempre tenía el cuadro delante suyo y que éste le ayudaba a escribir sus poemas. 

Ricardo Martínez y Evgueny Evtushenko, 1968

A la muerte de Ricardo Martínez hubo varios intentos infructuosos de hacer contacto con Evtushenko en Moscú para catalogar el cuadro. Evtushenko murió en abril de 2017, a casi cuarenta años de su primer encuentro con Ricardo Martínez, y parecía más que nunca imposible localizar y acceder al cuadro.

Una visita casual al Museo de Historia Contemporánea de Rusia en Moscú a fines de septiembre de ese año llevó al cuadro tan buscado. En vida, Evtushenko resolvió donar al Estado su colección de arte ruso y extranjero y él mismo ideó una galería que ahora lleva su nombre y que está en el mismo terreno de su casa en Peredelkino, la colonia de escritores en las afueras de Moscú. La galería es filial del Museo de Historia y como tal estaba anunciada en un mapa interactivo en el vestíbulo del museo. El mapa mostraba imágenes de la galería, entre ellas el cuadro de Ricardo Martínez. 

La secretaria de la directora del museo en Moscú muy amablemente proporcionó los datos de la directora de la galería en Peredelkino, Nina Nazírova. Al hacer contacto con ella y explicar de qué se trataba, Nina Nazírova se entusiasmó y organizó un encuentro al día siguiente. Cada una contó su versión de los hechos de aquella mañana de abril en 1968 que llevaría, casi cuarenta años más tarde, a otro encuentro, igual de entrañable, de dos artistas ausentes…   

Nina Nazírova, directora de la Galería Evgueny Evtushenko en Peredelkino, Rusia, y Zarina Martínez, 2017